<< En los escaparates, mis muebles encuentran un lugar donde brillan con luz propia>>
Por Ana Belén Estero (@ABEstero)
María Solano es una artista albaceteña que desde muy niña mostraba un impulso natural que la llevó a orientar su vida hacia el mundo del arte. Este año ha sido galardonada con el Premio «Entre Nosotras» a la Emprendedora Novel 2018, como fundadora del espacio creativo Solano Atelier.
¿Qué supone para ti, que estás empezando, recibir este premio a la Emprendedora Novel?
Yo soy socia de AMEPAP desde hace poco más de un año, cuando me hice autónoma. Formar parte de la asociación era importante para mí porque era como vincularme de nuevo con mi ciudad. Así que recibir este premio supone un chute de energía para seguir llevando adelante mi proyecto.
¿Cómo llegaste al mundo del arte?
Desde muy pequeña siempre he hecho cosas artísticas. Ya se veía por donde iba a ir mi camino. A los dieciocho años, cuando llegó el momento de estudiar en la Universidad, quise hacer Bellas Artes pero no puede hacerlo entonces, así que me formé en restauración de muebles en Albacete. Más tarde, ya con veintisiete años, comencé la carrera, a la vez que trabajaba en una empresa de montaje que me acercó al ámbito de los museos. Después hice un máster y me quedé trabajando en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.
En 2013, decidí volver a Albacete para cambiar de vida y desarrollar mi parte más artística ya que siempre había trabajado para otros. Así que monté mi taller en la parcela de mis padres y la llené de trastos [risas]. Durante estos años he ido trabajando esporádicamente en la restauración de muebles, pero no fue hasta el 2017 cuando decidí dar el paso y plantear mi proyecto desde un punto de vista más empresarial.
¿Cómo ha sido tu camino a la hora de emprender?
Siempre he tenido ahí el deseo permanente de tener mi taller. Pero hasta que no se alinean los planetas, vas pasando por diferentes etapas. Al final la vida te pone en tu camino. La verdad es que he llevado mi camino natural. He empezado de cero totalmente y me he ido encontrando con situaciones en las que no sabes ni qué hacer, ni cómo hacer. Yo creo que emprender no es una cosa que esté en un manual, más bien es algo muy personal que deriva de distintos motivos en cada persona. A día de hoy, yo estoy contenta porque miro para atrás y veo que voy caminando. Con la edad y la trayectoria que tengo, no me veo haciendo otra profesión que no sea esta. Tengo claro que quiero seguir haciendo lo que me gusta, por lo que mi lucha diaria es intentar canalizar todas las situaciones lo mejor que pueda para poder vivir de mi pasión tranquilamente y poder cerrar cada vez más proyectos.
Lo que yo hago es recuperar muebles de segunda mano que convierto en piezas únicas. Están trabajadas artesanalmente, son exclusivas, con mucho detalle en los acabados y con una estética muy cuidada. Son piezas muy particulares.
¿Cómo desarrollas tu trabajo en el día a día?
La restauración de muebles es para mí como un impulso natural que refleja mi vocación artística. Con el paso de los años he volcado en los muebles toda esa necesidad creativa y es algo que hago de una manera muy sencilla. Pero lo que más estoy trabajando ahora de cara al público, y por lo que he decidido dar el paso al mundo empresarial, es en la intervención de espacios. He decorado locales de copas en Albacete y ahora estoy trabajando el escaparatismo porque es una manera también de dar a conocer mi marca y mis piezas. Lo que yo hago es recuperar muebles de segunda mano que convierto en piezas únicas. Están trabajadas artesanalmente, son exclusivas, con mucho detalle en los acabados y con una estética muy cuidada. Son piezas muy particulares. En los escaparates, mis muebles encuentran un lugar donde brillan con luz propia.
Vincularme a Albacete con la decoración de locales es un trabajo que me está abriendo puertas y me está dando visibilidad.
¿Qué espacios has intervenido hasta ahora?
El año pasado decoré dos carpas para la Feria de Albacete: ‘La Abuela Pepa’ y ‘El Lío del Rocío’. Durante este año, para la temporada primavera-verano, he estado seis meses con mis piezas en el escaparate de Lola Muñoz. Monté un conjunto de mesa de recibidor con dos sillas de los años 50 que recuperé para la ocasión. Además, expuse dos pinturas mías.
Otro de los trabajos que he realizado este primer año ha sido el proyecto completo de cambio de concepto y decoración para el bar de copas ‘La Jungla’. Actualmente estoy bocetando un nuevo proyecto para otro local. Vincularme a Albacete con la decoración de locales es un trabajo que me está abriendo puertas y me está dando visibilidad.
A la hora de decorar espacios, ¿cómo planteas al cliente este tipo de proyectos?
Normalmente mis propuestas son personalizadas. Me adapto a los requerimientos y gustos del cliente, pero es cierto que yo les voy proponiendo ideas, ideas e ideas, hasta que finalmente se deciden por algo en concreto. Para ello trabajo mucho con las imágenes. En el caso de ‘La Jungla’, coordiné todo el proyecto y a los profesionales que intervinieron en él: pintores, electricistas, etc. También incorporé al diseño del local 25 taburetes que recuperé y tapicé. Siempre suelo aportar alguna pieza mía a los proyectos.
¿Con qué tipo de materiales te gusta más trabajar?
En el caso de los muebles, trabajo con materiales sintéticos. Me gustan mucho los pelos sintéticos y hacer todo tipo de combinaciones y fusiones. Tengo mucha capacidad visual. Cuando viajo, sobre todo a Asia y a Méjico – que me encanta- suelo traer telas y materiales que luego utilizo en mis creaciones. De hecho, una de mis últimas piezas son unos apliques mejicanos decorados con lentejuelas.
¿Qué proyectos tienes a futuro?
La verdad es que yo nunca paro de tener ideas, pero lo que tengo muy claro es que voy a seguir haciendo muebles. Por ello, estoy averiguando la manera de poder comercializarlos a través de empresas de decoración. En general, mi idea es seguir trabajando en proyectos decorativos donde pueda plasmar mi talento y mostrar mis piezas.